Los trastornos de ansiedad son uno de los principales motivos de consulta en psicología infantil y juvenil.
Existen miedos infantiles que desaparecen a medida que el niño va creciendo, pero que si no se superan pueden crear problemas en el desarrollo personal. Los síntomas clínicos de esta ansiedad pueden ser muy variados: conductas de evitación del estímulo que nos produce miedo, temblores, taquicardias, sudoración, tensión muscular, tristeza y frecuentemente lloro, falta de apetito… Y su expresión puede variar dependiendo la edad del niño: si es pequeño veremos más alteraciones del sueño, del apetito y a medida que vaya creciendo y pueda expresar verbalmente lo que siente dirá que tiene miedo, rabia, nervios…
En cuanto al tratamiento nos encontramos con dos abordajes que pueden ser complementarios:
Tratamiento farmacológico:
En este caso el pediatra o el psiquiatra decidirá qué fármaco utilizar en el caso que crea que es necesario. Los que se usan más frecuentemente son las benzodiazepinas y los antidepresivos.
Tratamiento psicológico:
Va a depender de la edad del niño y de las causas que provoquen esa ansiedad. Desde el punto de vista cognitivo-conductual (existen otros abordajes en función de la escuela psicológica) se utilizan los siguientes:
- La exposición: se utiliza la imaginación para poner al niño en la situación que le genera ansiedad y suele utilizarse en mayores de 11 años.
- La desensibilización sistemática: conocida por su utilización en el caso de las fobias. Se trata de la exposición gradual a situaciones reales que provocan respuestas de ansiedad.
- La relajación: para el control de síntomas físicos.
- La reestructuración cognitiva: modificar pensamientos negativos que aparecen en situaciones de estrés sustituyendolos por otros más adaptativos.
- El modelado: aprendizaje de otros comportamientos por imitación.
Contáctame si quieres más información sobre este tema.