La ansiedad es una sensación de miedo, desazón y preocupación que muchas veces no tiene una causa conocida. Esta preocupación puede traducirse en una serie de síntomas físicos tales como taquicardia, sudación, disnea, temblores o mareos. Cuando estos síntomas se dan con frecuencia pueden desembocar en ataques de pánico. La sensación es similar al ataque al corazón y en ocasiones el paciente siente una experiencia de muerte inminente que solamente puede reducirse con medicación. Muchas veces el nivel de estrés y preocupación es muy alto pero se desconoce el origen. No es extraño que no se reconozca el problema de base hasta que acabamos en urgencias.
Uno de los objetivos terapéuticos es conseguir desarrollar estrategias para manejar situaciones de estrés de forma que no lleguemos a extremos como el ataque de pánico. También el entrenamiento en relajación y el control del pensamiento pueden resultar una buena combinación en el tratamiento de la ansiedad.
Cuando el nivel de ansiedad es muy alto durante mucho tiempo nos podemos encontrar con el trastorno de ansiedad generalizada, en el que el paciente sufre ataques de pánico en cualquier momento y lugar, independientemente de que esté el factor estresor presente.
Si tienes ansiedad, ponte en contacto conmigo.